Iba por Corrientes cuando a llegar a una esquina, una camioneta que venía por una calle lateral tuvo que frenar medio de golpe porque una vieja estaba cruzando. Creo que no había semáforo, no recuerdo si había cebra o no, es decir, no recuerdo quién tenía "razón". En cualquier caso, la reacción del tipo, que tendría 30 o 40 años, fue mirar a la vieja y gritarle "¡despertate, conchuda!". Reacción poco simpática, como mínimo. Otra señora que venía por ahí le contestó "¡grosero!". Y quedó por esa, la camioneta siguió y la vieja cruzó la calle.
Me quedé pensando en la violencia del comentario, el desprecio con el que lo dijo el tipo, lo innecesario de toda la situación. Pensé "bueno, andá a saber, capaz que este tipo tuvo un día dificil, debe estar estresado", etc. Iba pensando en eso cuando me crucé con un viejito super humilde, desprolijo, de pelo largo, que tenía en la mano algo que parecía un monedero minúsculo. Con una vocecita cascada y apenas audible, me preguntó si quería comprar uno. Le dije "no, gracias" sin pensarlo mucho, y ya lo había pasado cuando escuché que me decía "de nada" con esa vocecita.
La cabeza me quedó dando vueltas. Seguí caminando una cuadra, y frené en seco. Di media vuelta, y vi al viejito mas o menos a una cuadra. Agarré las monedas que tenía en el bolsillo y lo empecé a seguir. Lo alcancé dos cuadras y un semáforo después (iba lento... tenía los pies llenos de ampollas), y le ofrecí las monedas.
Me miró, y con una sonrisa de esas que ves que el tipo está sonriendo hasta con los ojos, me dijo "gracias joven, pero no acepto propinas, porque después me traen mala suerte". Me descolocó. Insistí, explicándole que después volvía a Montevideo y las monedas no me servían, y al final las aceptó.
Quedé de un humor inexplicablemente bueno. Durante unos metros ni sentí la tortura de las ampollas. Y después me acordé del tipo de la camioneta... el contraste entre las dos actitudes es increíble. Yo pensando que el tipo de la camioneta de repente estaba justificado por tener "un día dificil"... no quiero ni imaginar lo que debe ser "un día normal" para este viejito, ya ni hablemos de "un día dificil", y sin embargo demostró una calidez totalmente distinta, una dignidad notable, y hasta sentido del humor (dijo "propina", no "limosna").
Una vez mas queda demostrado que la calidad humana no tiene nada que ver con el nivel socioeconómico...
Me quedé pensando en la violencia del comentario, el desprecio con el que lo dijo el tipo, lo innecesario de toda la situación. Pensé "bueno, andá a saber, capaz que este tipo tuvo un día dificil, debe estar estresado", etc. Iba pensando en eso cuando me crucé con un viejito super humilde, desprolijo, de pelo largo, que tenía en la mano algo que parecía un monedero minúsculo. Con una vocecita cascada y apenas audible, me preguntó si quería comprar uno. Le dije "no, gracias" sin pensarlo mucho, y ya lo había pasado cuando escuché que me decía "de nada" con esa vocecita.
La cabeza me quedó dando vueltas. Seguí caminando una cuadra, y frené en seco. Di media vuelta, y vi al viejito mas o menos a una cuadra. Agarré las monedas que tenía en el bolsillo y lo empecé a seguir. Lo alcancé dos cuadras y un semáforo después (iba lento... tenía los pies llenos de ampollas), y le ofrecí las monedas.
Me miró, y con una sonrisa de esas que ves que el tipo está sonriendo hasta con los ojos, me dijo "gracias joven, pero no acepto propinas, porque después me traen mala suerte". Me descolocó. Insistí, explicándole que después volvía a Montevideo y las monedas no me servían, y al final las aceptó.
Quedé de un humor inexplicablemente bueno. Durante unos metros ni sentí la tortura de las ampollas. Y después me acordé del tipo de la camioneta... el contraste entre las dos actitudes es increíble. Yo pensando que el tipo de la camioneta de repente estaba justificado por tener "un día dificil"... no quiero ni imaginar lo que debe ser "un día normal" para este viejito, ya ni hablemos de "un día dificil", y sin embargo demostró una calidez totalmente distinta, una dignidad notable, y hasta sentido del humor (dijo "propina", no "limosna").
Una vez mas queda demostrado que la calidad humana no tiene nada que ver con el nivel socioeconómico...
2 comentarios:
A la pucha como te esta afectando Paulo Cohelo!!! Este es el mismo Gabriel que colecciona posters y ropa interior de Rambo??
No hablando en serio es verdad, con que poco uno podría relacionarse mejor. Ahora el tema es que vos estabas de viaje y siempre laburando o no, prestas atención a cosas que normalmente pasas de largo cosas como un MUCHAS GRACIAS , POR FAVOR, etc. La verdad que cuando uno esta en la maquina se transforma en un mierda, y lo único que te importa es llegar rápido a tu casa para hacer lo que te gusta.
Es feo pero siempre y en todos lados es así.
PD: Aguante mi guerrero de la Luz!!!
Sos un hdp...me hiciste llorar tarado... (tá, sabes que me ponen sensible ese tipo de cosas, sobre todo lo del viejito...agh :S).
Viste que tener una amiga como yo durante años te ablandó el corazón?
Cinco años atrás lo hubieras escupido... sos bueno, en el fondo. Muy en el fondo. Allá en el fondo, muy lejos. jajajaja
Pobre la vieja conchuda... mis puteadas son más suaves (igual queda mal que las repita acá...je).
Ahora que pienso... No me trajiste ni un monedero de regalo?PICHI!!
=p
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