Bs As VI : El Lado Oscuro, o "soy un pelotudo"

Iba caminando por Lavalle, casi Florida. La esquina de las dos peatonales - lugar mas turístico, imposible. Cada tres metros alguien te da un flyer de una parrillada, o de ropa de cuero, o de escorts, o de lo que sea. Por un tema de cortesía, los aceptaba todos, me los metía en el bolsillo, y los tiraba en la primer papelera que se cruzaba conmigo.

Una chica me dió un flyer, y no me acuerdo que me dijo para que me detuviera en vez de seguir de largo. Era un flyer de un bar de strippers. Me preguntó si me quedaba unos días, le dije que si, y me dijo que si quería me sellaba la invitación, así le daban la comisión a ella en caso de que decidiera ir. A pesar de no tener la menor intención de ir, le dije que me lo sellara.

"Vení conmigo", me dijo. Como soy un pelotudo, la seguí. A dos metros de la entrada de la galería bajaba una escalerita a un lugar oscuro. Como soy un pelotudo, seguí adelante. En seguida apareció una flaquita feucha. La chica de arriba me dijo "voy a sellar la entrada, mientras ella te va contando los precios". OK. La feucha me saluda y me invita a sentarme en un sillón convenientemente ubicado a 50 cm de donde yo estaba - y como soy un pelotudo, me senté. Yo quería terminar con este trámite lo antes posible y seguir de compras.

Me dijo algo así como "el horario es tal, la consumición mínima son $30, tenés masajes por $40", no se que mas. Yo le dije "OK" mientras trataba de ver donde estaba la chica de arriba, para que me diera la entrada sellada e irme. "¿Viniste a ver a Soda Stereo?" - "No, estoy paseando."

En eso aparece una gorda enorme con dos copas de algo que por el color parecía Fanta. Finalmente se me prendieron las alarmas (¿mencioné que soy un pelotudo?), ni loco iba a tomar eso. Encima la gorda me dice "son $30". Ahí me paré. "¡Pará, yo no pedí nada!". La feucha dice "Lo pedí yo, ¿no estabas escuchando?" Se acabó la falsa amabilidad. No se me ocurrió responder "entonces pagalo vos" - simplemente quería irme.

Pensé "estoy en un lugar oscuro, a 5 o 6 metros de la salida, flanqueado por una gorda enorme, y seguramente tiene que haber patovicas en la sombra". En el momento, la mejor opción me pareció pagar los $30 e irme al carajo. Los pagué y me estaba yendo, cuando escuché que la feucha decía "¡pará, te falta pagar el mío!" Las pelotas.

Caminé 2 o 3 cuadras por Lavalle todavía en shock. La experiencia me afectó un poco. Más que nada, pensaba "Gabriel, ¡no podés ser tan pelotudo!". Estoy demasiado acostumbrado a que la gente que me rodea no está intentando cagarme todo el tiempo, y por eso reaccioné tarde - además de que esta gente debe tener todo el proceso perfectamente ensayado y aceitado, gracias a decenas de turistas tontos que, como yo, caen en esto.

Al poco rato me calmé y decidí tomármelo como una experiencia de aprendizaje que me salió solo $30. Con todo, la saqué barata, no fué tan grave. A la vuelta del viaje, comentando con un amigo, me contó que a su tío que vive en España le pasó lo mismo cuando vino a Montevideo, así que se vé que es un modus operandi más común de lo que parece. No es un gran consuelo - seré un pelotudo, pero no soy el único ;)